miércoles, 3 de julio de 2002





Muere el lingüista Emilio Lorenzo a los 84 años


Desde la Real Academia Española defendió el español frente a la influencia del inglés

Emilio Lorenzo Criado, académico y catedrático de Linguística inglesa y alemana, falleció ayer por la tarde en su domicilio de Madrid a los 84 años, tras una breve e incurable enfermedad que le fue diagnosticada hace menos de un mes, según informaron fuentes familiares. Lorenzo, que estuvo pendiente de sus trabajos académicos hasta última hora, permaneció ingresado unos días en la Clínica de Puerta de Hierro y el pasado jueves fue enviado a su casa, donde murió acompañado de sus hijos. Sus restos mortales fueron trasladados al tanatorio de Tres Cantos, donde será incinerado hoy, a las 20.00 horas.

Redacción - Madrid.-

El académico, el año pasado, en la tradicional comida anual de la institución


Emilio Lorenzo no pudo superar la enfermedad que se le diagnóstico hace apenas un mes. Ayer por la tarde, a los 84 años, fallecía en su domicilio de Madrid. Hoy será incinerado a las 20.00 horas en el tanatorio de la madrileña localidad de Tres Cantos. Lorenzo, miembro de la Real Academia Española y catedrático de Lingüística inglesa y alemana, nació en Puerto Segura, Salamanca, en 1918. Obtuvo la licenciatura en Filosofía y Letras por la Universidad de Madrid y, posteriormente, amplió sus estudios en la Universidad de Munich. En 1942 obtuvo el grado de doctor en Filología Moderna.

Catedrático de Instituto, en 1958 obtuvo la cátedra de Linguística Germánica e Inglesa y, más tarde, la de Filología Moderna en la Universidad Complutense de Madrid, en la que se dedicó a la docencia hasta su jubilación, y en la que fundó, en 1960, y dirigió hasta 1975 la revista «Filología Moderna».


Relación con la UIMP


Estuvo estrechamente vinculado con la Universidad Menéndez Pelayo de Santander (UIMP), en la que impartió enseñanzas de español para extranjeros y en la que ingresó como profesor de prácticas y alcanzó el cargo de vicerrector, en el que permaneció desde el año 1972 hasta 1980.

El 24 de enero de 1980 fue elegido miembro de la Real Academia Española ¬donde perteneció a la Comisión de Gramática¬ en sustitución del fallecido Tomás Navarro, para ocupar el sillón «h» (minúscula) a propuesta de Carmen Conde, Gonzalo Torrente Ballester y Emilio Alarcos. Tomo posesión del mismo el 22 de noviembre de 1981, en un discurso en el que habló sobre las presuntas dolencias y carencias de nuestro idioma.

Lorenzo era consciente de estas carencias, pero también defendía vivamente la pervivencia de nuestro idioma frente a otros y su evolución en el futuro. En un artículo incluido en el Anuario Iberoamericano, en su edición de 1991, Lorenzo ya adelantó la expansión del español en los albores del siglo XXI, cuando «el censo de los humanos que tiene el español como lengua nativa alcanzará los quinientos millones de personas». El número, sin embargo, no era lo que más le importaba al académico, sino la calidad. «Y calidad es, en este caso, la capacidad inventiva y creadora de una comunidad de pueblos», decía

Es más, el académico estaba convencido de que el futuro del español en un país como Estados Unidos no estaba amenazado de muerte, y que el aplastante dominio del inglés no lograría arrinconarlo. Aunque le preocupaba el uso del idioma en los medios de comunicación. «Tienen que guiar por buen camino al lector desorientado y perplejo, convenciéndole de que el instrumento de comunicación que le brindan como modelo posee la ventaja añadida de su uso potencial como medio expresivo por los casi 350 millones de hispanohablantes», aseguraba el académico, para quien la lengua «nunca está estancada, siempre está en evolución, con continuos avances y retrocesos».


Reconocimientos


Lorenzo era miembro de la Philological Society (desde 1950), y estaba en posesión de la Medalla Goethe de Plata (1964) concedida por el Goethe Institut; Chevalier des Palmes Académiques; y Gran Cruz del Mérito de la República Federal de Alemania. Fue, además, presidente honorario de la Asociación Española de Estudios Angloamericanos, socio de honor de la Asociación Profesional Española de Traductores e Intérpretes y colegial de honor del Colegio de Doctores y Licenciados de Madrid.

Además de numerosos artículos publicados en revistas especializadas, Emilio Lorenzo es autor de los libros: «El español de hoy, lengua en ebullición»; «El español y otras lenguas»; «Inglés, COU», de Anaya; «Ejercicios de Vocabulario», publicado por la UIMP; «Utrum lingua an loquentes»; «El anglicismo en la España de hoy»; «Consideraciones de la lengua coloquial»; y «El español en la encrucijada». También había realizado traducciones de obras inglesas y alemanas, como «El Cantar de los Nibelungos» y «Los viajes de Gulliver», de Jonathan Swift y algunos manuales de español para extranjeros.